El maquillaje suele acompañarnos todo el día. Si no utilizas el que mejor se adapte a tu piel podrías irritarla.
A la hora de decantarnos por una base de maquillaje u otra uno de los principales errores es guiarnos, exclusivamente, porque el tono sea el adecuado, dejando a un lado nuestro tipo de piel. Y es, precisamente, nuestro tipo de piel el que determinará el acabado de la base que escojamos.
Una elección poco acertada puede provocar brillos o un efecto cuarteado y, a la larga, un mal cuidado de nuestro cutis. Determinar nuestro tipo de piel es el paso previo a acabado, cobertura y tono.
Descubre las mejores bases de maquillaje
1. Piel seca
- Son pieles que se ven apagadas, incluso descamadas. Necesitan un extra de hidratación y luminosidad.
- Apuesta por bases líquidas e hidratantes. El primer componente que debe aparecer en la etiqueta debe ser el agua. También es interesante que tenga ingredientes hidratantes, como la glicerina o la lanolina.
- El maquillaje en crema también es una buena opción para la piel seca. Por lo general, estos productos aportan beneficios extra como la hidratación o un tratamiento específico, como por ejemplo la reducción de manchas.
- Si quieres evitar que tu piel se vea agrietada, la cobertura debe ser ligera.
2. Piel mixta
- Son grasas en la zona T (frente y nariz) y la barbilla, y secas por las mejillas. Son de las más complicadas de abordar ya que requieren acciones diferenciadas.
- Es aconsejable optar por una base con tratamiento específico regulador que pueda adaptarse mejor a las necesidades de cada zona, o bien, optar por un maquillaje hidratante y trabajar la zona más grasa de forma independiente con productos matificantes como los polvos.
- En este tipo de pieles influye decisivamente la rutina diaria y los cuidados previos a la aplicación del maquillaje, que deben ser siempre hidratantes para el rostro en general y equilibrantes para las zonas conflictivas.
3. Piel grasa
- Su apariencia es excesivamente brillante y presentan poros muy dilatados.
- Una base mate sin aceites es la mejor opción, ya que evitará que se tapen los poros y se genere más grasa. Si contiene agentes para regular la secreción de sebo y disimular los poros, mejor que mejor.
- En caso de que existan imperfecciones o marcas de acné, también es recomendable que sea de alta cobertura. Una buena opción es el formato barra: se puede aplicar con pincel para lograr un efecto más liviano o con esponja para un acabado más cubriente.
- Si no hay irregularidades, la base en mousse es una buena alternativa. Se caracteriza por ser de textura aireada y tener acabado en polvo.
4. Piel sensible
Si tienes la piel sensible o rosácea, busca fórmulas sin alcohol ni fragancias, de alta tolerancia e hipo-alergénicas. Los correctores en tonos verde se recomiendan para camuflar las rojeces.