Piel grasa, mixta, seca… Cada piel es diferente y es importante utilizar los productos adecuados para tu tipo de piel. Descubre cómo saber tu tipo de piel.
Existen cuatro tipos de piel que vienen determinados por nuestra genética: piel normal, seca, grasa y mixta. También existen las pieles sensibles, que reaccionan con facilidad ante agentes externos. Otra cosa es el estado de la piel, en el que ya pueden influir factores internos y externos, como la contaminación, el clima, el estrés, el tabaco, medicación… Además, nuestra piel puede variar según otros factores, como el paso de la edad o la aparición de enfermedades crónicas.
Cada tipo de piel tiene sus propias características. Por esta razón, el paso más importante para cuidarla correctamente es saber tu tipo de piel.
Características de cada tipo de piel
1. Piel normal
- Características: la ‘zona T’ (frente, barbilla y nariz) puede ser un poco grasa, pero en general el sebo y la hidratación están en equilibrio y la piel no es ni demasiado grasa ni demasiado seca. Presenta un aspecto suave y con poros pequeños, sin imperfecciones visibles, una tonalidad rosada y una buena circulación y elasticidad.
- Cuidados: aplicar crema facial de día y de noche con un suave masaje para estimular la circulación. Es aconsejable utilizar un exfoliante suave una vez a la semana para eliminar células muertas. Se debe utilizar una crema específica para el contorno de ojos.
2. Piel seca
- Características: presenta un aspecto áspero y descamado porque carece de hidratación y lípidos (grasa) para retener la humedad y formar un escudo protector frente a influencias externas. Es un tipo de piel que produce menos sebo que la piel normal. Es menos elástica, más tirante y, en muchas ocasiones, tiende a picar. Tiene un aspecto apagado. Suele irritarse ante factores ambientales externos, como la temperatura.
- Cuidados: intenta beber dos litros de agua al día y llevar una dieta saludable. Utiliza cremas de día con factor de protección solar o especiales para este tipo de piel y usa serums para complementar tu hidratación diaria.
3. Piel grasa
- Características: presenta muchos puntos negros y también granos y espinillas, con brillos en todo el rostro. Los poros se ven muy dilatados y ensanchados y la textura de la piel es irregular, no uniforme.
- Cuidados: evita tocar los granitos y los puntos negros. Limpia y desmaquilla tu rostro cada noche para no taponar los poros. Utiliza productos para la limpieza y el cuidado de la piel, así conseguirás restituir su equilibrio natural. Exfolia tu piel y utiliza una mascarilla facial una vez a la semana. Usa productos de cuidado facial matificantes, así hidratarás el rostro evitando los brillos.
4. Piel mixta
- Características: suele presentar un aspecto brillante y tiende a desarrollar impurezas, en especial, en la llamada ‘zona T’ (frente, nariz y barbilla), con poros agrandados en esta zona. Las mejillas suelen ser entre normales y secas.
- Cuidados: utiliza crema regularmente y productos indicados para pieles mixtas. Es importante limpiar la piel en profundidad antes de utilizar los productos de cuidado facial. Lávate la cara con agua tibia, ni fría ni muy caliente.
5. Piel sensible
- Características: suele presentar rojeces, picor, tirantez o ardor en determinadas localizaciones del rostro. Aparecen alteraciones ante determinados cambios de temperatura o de clima.
- Cuidados: precisa de cuidados especiales que le proporcionen alivio y, al mismo tiempo, refuercen su barrera de protección natural. Tendrás que escoger bien los cosméticos, ya que puede reaccionar muy fácilmente ante cualquiera de sus componentes. Utiliza una crema que proteja tu piel frente a los factores ambientales nocivos. Cuando te laves la cara, seca tu piel suavemente con una toalla dando pequeños toquecitos en lugar de frotarla. Preferiblemente utiliza productos sin perfume para este tipo de piel.