Durante la noche, la piel se regenera y se recupera de la exposición de todo el día. Te contamos la importancia de hidratar tu piel mientras duermes. ¡Toma nota!
Levantarse con buena cara por la mañana no es cuestión de magia. Influyen muchos factores y hay productos cosméticos que nos ayudan a que lo consigamos.
Por el día, la piel se pone en ‘modo’ defensa, cumpliendo una función barrera, ya que es cuando nos enfrentamos a los factores externos, como el frío, el viento o la contaminación, entre otros. Y por la noche es cuando se ponen en marcha los mecanismos de reparación de la piel. De ahí la importancia de la crema de noche.
Junto a la crema de noche, es importante tener una buena rutina de limpieza de cutis, así como dormir unas 7-8 horas para tener un aspecto descansado al día siguiente, ya que mientras dormimos, la piel se regenera intensamente porque se activa la microcirculación y el drenaje, favoreciendo la eliminación de las toxinas que se han acumulado durante el día. Y para ayudarla en esta misión y a hacer su mejor trabajo, necesitas una buena crema hidratante y nutritiva.
Eso sí, para que la crema de noche pueda actuar bien en la piel es necesario eliminar las impurezas y suciedad que se generan a lo largo del día.
Beneficios de la crema de noche
- Reduce los signos de fatiga.
- Da luminosidad al rostro, ya que ayuda a dar un aspecto de piel sana y descansada.
- Aporta hidratación, gracias a los elementos y activos de la crema de noche.
- Ayuda a la reparación de la piel.
- Ayuda a la reparación de daños provocados por los rayos solares.
- Ayuda a combatir las líneas de expresión, arrugas y el envejecimiento.
Cremas de noche a partir de los 50
Con el paso del tiempo, la piel cambia y con ella sus necesidades. Pero, es posible llegar a los 50 con una piel joven si seguimos la fórmula de limpieza + hidratación + protección solar, de manera constante y acorde a cada etapa de la vida. ¿Y qué necesidades tiene la piel a esa edad?
A partir de los 50, uno de los principales problemas, vienen derivados de la bajada hormonal propia de la menopausia, cuando la piel va perdiendo su capacidad de sintetizar el colágeno y se intensifican las arrugas, aparece la flacidez y se pierde densidad cutánea. Es como si la piel se vaciara. Además, con la bajada de los estrógenos, la piel empieza a secarse y a perder luminosidad. Suele ser el momento en el que aparecen los lentigos, que son pequeñas manchas y pigmentaciones, en general asociadas a la edad, que aparecen en las zonas de la piel que han acumulado una mayor exposición al sol, como la cara y las manos.
Pero, no debemos asustarnos ante estas circunstancias porque existen ingredientes cosméticos y tratamientos que han demostrado tener muy buen resultado para combatir los signos del envejecimiento.
A partir de los 50 la ‘fuente de vida’ para la piel se llama retinol y vitamina C, ingredientes que ayudan a sintetizar colágeno y elastina y que deberán estar incluidos en tu crema de noche. Además, deberán llevar también péptidos reafirmantes, principios activos nutritivos como la vitamina E o los omegas para hidratar bien el rostro.
Son fundamentales las cremas de noche nutritivas que aporten lípidos a nuestra piel, un buen exfoliante químico para evitar engrosamientos de la epidermis y, por último, sérums que lleven inductores de la síntesis de colágeno a la dermis.
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