Para el cuidado del rostro la protección solar facial es esencial en la rutina diaria. Es importante que no olvides aplicarlo durante todas las estaciones del año.
En cualquier época del año, debemos mantener nuestra piel fuerte, resistente y con una barrera protectora estable, para protegerla del sol y de los agentes contaminantes. |
Además de los productos cosméticos, la alimentación también puede ayudarnos a cuidar nuestra piel. Si tomamos productos como frutos rojos o té verde, que son antioxidantes, y también ácidos grasos como Omega3, presente en el salmón, nos puede ayudar a mejorar la barrera de la piel y reforzarla. El protector solar facial debe ser ‘uno de nuestros mejores amigos’ y aplicarlo, cada día, antes de salir de casa, evitando, en la medida de lo posible, la franja de 12 a 16 horas, que es cuando los rayos del sol son más perjudiciales. Los expertos dermatólogos aconsejan que el factor de protección sea acorde al tipo de piel (ya que existen diferentes tipos de protectores solares) y que el producto nos ofrezca protección frente a la radiación ultravioleta UVA. |
Protector solar facial con color: pros y contras
Cuando empieza a hacer calor, apetece menos ponerse base de maquillaje en el rostro. Pero, como todavía no estamos morenos, nos puede frenar un poco esta opción que da un cierto ‘tono saludable’ a nuestra piel blanca del invierno.
Sin embargo, una buena opción puede ser la de utilizar un protector solar facial con color. De esta manera, no sólo mantenemos nuestra piel a salvo de la acción del sol, sino que podemos reaplicarla todas las veces que queramos, consiguiendo un efecto de ‘buena cara’ muy natural. En general, el protector facial debe emplearse cada dos horas.
Pero, uno de los inconvenientes de utilizar un fotoprotector facial con color es que no cubrirá las imperfecciones del rostro como un corrector o una base, pero sí que ayudará a disimularlas, a unificar el tono y a darte un aspecto muy natural.
Existen en el mercado muchas opciones de protector solar facial con color, que no dejan pegajosa la piel, sino con un tono mate y aterciopelado. También los hay en formato cushion, es decir, en un envase tipo polvera -aunque sea un producto líquido- y con una esponja de silicona para aplicarlo y dosificarlo más fácilmente. Incluso los hay en formato de polvos compactos.
Solo tienes que elegir el que mejor se adapte a tu piel. ¿Te animas?