Los poros abiertos se pueden cerrar. Con la higiene y productos adecuados, podrás devolverlos a un tamaño normal y suavizar tu rostro de nuevo. ¿Empezamos?
¿Por qué se abren los poros?
Los poros son pequeñas aberturas de nuestra piel que la ayudan a a liberar la grasa para mantenerla suave e hidratada. Pero, si están muy dilatados e hinchados, factores como el sudor, la suciedad, el exceso de grasa o el uso de maquillaje, les afectan de lleno y los pueden obstruir, contribuyendo a la aparición de granitos y puntos negros.
4 pasos para saber cómo cerrar los poros de la cara
- Lávate bien la cara: se recomienda lavar la cara con agua tibia 2 veces al día, terminando con un poco de agua fría para ayudar a cerrar los poros. Una vez hecho esto, ya puedes aplicarte la crema hidratante y el maquillaje.
- Utiliza los productos adecuados: no vale cualquier producto, es importante utilizar los productos formulados especialmente para cerrar los poros. Recuerda que el carbón activado arrastra la suciedad y absorbe el exceso de grasa, y el ácido salicílico penetra más en profundidad, disolviendo la grasa y reduciendo la inflamación.
- Exfolia tu piel: la exfoliación contribuye a que las células muertas se eliminen con mayor facilidad, haciendo que la piel se vea más luminosa. Lo ideal es exfoliar la piel 2 veces por semana aplicando un producto exfoliante específico con pequeños movimientos circulares que vayan desde el centro del rostro hacia fuera.
- Limpia tu piel con vapor: es el remedio de toda la vida, ¡pero funciona! Después de lavarte la cara y haber eliminado el maquillaje y la suciedad, calienta agua en un recipiente y, cuando haya hervido, pon tu rostro sobre el recipiente con cuidado de no quemarte y tapa tu cabeza con una toalla, creando una especie de minisauna. Mantén la posición unos 10 minutos y luego lávate la cara con agua fría para cerrar los poros y ya puedes aplicarte tu crema hidratante.