Nuestra rutina para pieles con acné te ayudará a cuidar tu rostro de forma adecuada. Elige bien los productos que necesitas y comienza a cuidar tu piel.
Los cambios hormonales, los tránsitos de estación, la genética y también las temporadas de estrés pueden favorecer la aparición de acné adulto. Estos factores escapan muchas veces a nuestro control, sin embargo, siguiendo algunas pautas sencillas podemos tratar de evitar su aparición.
Cómo debe ser una rutina para pieles con acné
- El objetivo es evitar la obstrucción de los poros que provoca la aparición de las molestas espinillas y que se generan por la polución del ambiente, los restos de sudor y otras impurezas que se acumulan en el rostro.
- Elige limpiadores con ácido salicílico o glicólico. Ayudan a destapar los poros, reducir el tamaño de las espinillas y controlar la aparición de imperfecciones. Penetran los poros y eliminan células muertas, grasa y bacterias.
- Recuerda repetir la rutina mañana y noche. Aunque hayamos logrado incorporar el hábito de limpieza por la noche conviene habituarse a repetir todo el proceso por la mañana añadiendo el protector solar.
Rutina para pieles con acné en 6 pasos
- Aceite o agua micelar. Aplícalo por todo el rostro. Elimina el sudor los restos de maquillaje y la suciedad acumulada durante el día.
- Limpiador con textura gel o mousse. Con el paso 1 y 2 habrás realizado la doble limpieza siguiendo el estilo coreano.
- Tonifica. Sirve para cerrar el poro y evitar la obstrucción. Puedes utilizar un tónico específico o un agua termal.
- Es el turno del sérum. Refuerza la barrera de protección de la piel y previene las marcas y manchas causadas por el acné.
- Aplica crema hidratante específica para pieles grasas. Es recomendable que contenga activos antiinflamatorios, como el extracto de semilla de sandía, los ácidos azelaico y salicílico o la vitamina C.
- Utiliza protector solar siempre. Elige una crema solar oil-free, con textura ligera y acabado mate. Indispensable en la rutina de mañana durante todo el año.
Exfoliación y mascarillas
Además de seguir a rajatabla esta rutina de limpieza y cuidado fácil conviene mantener otras rutinas más a largo plazo para mantener la salud de la piel con tendencia grasa. Para este tipo de pieles se recomienda realizar una exfoliación entre 2 o 3 veces por semana. Es aconsejable que el exfoliante contenga ácido salicílico que al ser soluble en aceite elimina las capas de células muertas y penetra en los poros obstruidos para limpiarlos.
No renuncies a tu momento de relajación semanal con una mascarilla por tener la piel con tendencia grasa y por miedo a la aparición de los granitos. Elige ingredientes secantes como la arcilla blanca, que regula el exceso de sebo o el aceite de árbol de té que mantiene los poros a raya.
5 tips para prevenir la aparición del acné
- Evita que tu cabello caiga sobre tu cara y que no tenga contacto con la piel, el sebo y la suciedad en el pelo provocan acné.
- Limpia tu rostro después de lavar tu cabello, muchos productos específicos para el cuero cabelludo contienen ingredientes que pueden provocar la aparición de granitos.
- Utiliza papel o un roll-on secante si notas un exceso de grasa y brillo durante el día. Mantendrás la suciedad controlada hasta que llegue la hora de tu rutina de limpieza.
- ¡No los toques! La tentación es grande pero debes evitar tocarlos. Si lo haces sólo conseguir extender las bacterias o dejar cicatrices.
- Cambia la funda de la almohada con regularidad. Cada noche tu piel tiene contacto con una combinación de suciedad, bacterias y piel muerta que se acumula en la almohada. Mantenla limpia.