Aprende qué es el strobing, cómo se diferencia del contouring y aprende la técnica paso a paso para iluminar tu rostro de forma natural.

Strobing, ¿qué es y cómo funciona?
Esta técnica, que nació en las pasarelas de moda, se ha convertido en el secreto mejor guardado para lograr un glow perfecto sin necesidad de cargar el rostro con mil productos.
El proceso es muy fácil: se trata de aplicar iluminador estratégicamente en las zonas del rostro donde la luz incide de forma natural —los pómulos, el lagrimal, el arco de las cejas, el puente de la nariz, el mentón y el arco de Cupido— para esculpir, resaltar y dar vida a la piel.
El resultado: una piel más luminosa, radiante y de aspecto más saludable. Lo mejor es que es una técnica súper versátil. Puedes usarla a diario o reservarla para ocasiones especiales. Es perfecta para eventos como bodas de día, bautizos o comuniones, donde quieres un look suave, elegante y favorecedor. Ideal para verano sumado al bronceado natural, con un poco de iluminador basta para brillar con luz propia.
Contouring vs. strobing: diferencias y cuándo usarlas
El strobing al igual que el contouring son técnicas de maquillaje que permiten esculpir y realzar el rostro, pero con enfoques opuestos. El contouring utiliza tonos oscuros para crear sombras estratégicas que afinan y definen áreas como los pómulos, la frente o la barbilla, logrando un rostro más estructurado y sofisticado. Por su parte, la técnica strobing emplea iluminadores para resaltar zonas donde naturalmente incide la luz, como el centro de la frente, la nariz o el arco de Cupido, aportando un efecto de frescura, luminosidad y juventud.
Ambas técnicas se pueden adaptar a distintos estilos de maquillaje: el contouring es ideal para quienes buscan un look más marcado y definido, mientras que el strobing favorece un acabado más natural y radiante. Combinarlas permite obtener una forma versátil de modificar y destacar los rasgos faciales según el efecto deseado.


Técnica strobing paso a paso para un acabado perfecto
- Empieza limpiando e hidratando la piel, para que esté más elástica y no se deshidrate con el paso de las horas. El objetivo es lucir una piel sana y luminosa, por eso la preparación es esencial.
- Aplica, a continuación, una base de maquillaje ligera para que tu piel quede lo más natural posible, pero sin imperfecciones. Si tu piel es grasa, elige una base de acabado mate, para mantener a raya los brillos.
- Aplica el iluminador en las zonas que quieras destacar: hueso del pómulo, tabique nasal, arco de la ceja, arco de Cupido… También puedes aplicarlo en los laterales de la frente. Es muy importante que difumines bien para que el resultado sea perfecto.
- Completa el maquillaje strobing con un toque de colorete rosado en las mejillas, para conseguir un efecto “buena cara”. Puedes acabar tu look maquillando tus ojos y tus labios como quieras, o si prefieres un resultado más natural, aplica solo máscara de pestañas y un gloss en los labios.