Para mí, tanto la piel como el pelo son las partes que más se resienten y más cuidado diario necesitan, por lo que os dejo alguno de mis trucos para que os puedan servir este verano.
Durante el año utilizo mucho los secadores, las planchas, productos que son fuertes para el pelo, con el fin de llevarlo siempre “perfecto” pero al final lo que consigues es estropearlo. A mí me gusta utilizar los productos naturales y sin parabenos, que son menos agresivos para el pelo y además respetan el medio ambiente, como son los de Kyrey, en concreto, me gusta el champú para cabellos secos a base de oliva, siento que me hidrata y me aporta brillo.
Pero, ahí no termina todo, cuando llega el verano, se le suman las mañanas al sol, el agua salada del mar, el cloro de las piscinas y sobre todo la humedad, ¡siento mi pelo como un estropajo! Desde hace varios veranos sigo unas rutinas que no me han fallado y creo que os pueden interesar.
Por las mañanas, como trabajo desde casa, me pongo mascarilla por las puntas, nunca en el cuero cabelludo y me recojo el pelo, aunque si tengo poco tiempo, lo envuelvo con film, es un poco incómodo pero así el efecto es mucho más rápido, y lo dejo hasta que me ducho.
Si tengo que ir a la playa o a la piscina, también me lo aplico, así no se resiente tanto el pelo; en este caso me hago un topo o una trenza y lista para tomar el sol. Yo os recomiendo una mascarilla reparadora, como la de Miel y Karité de Kyrey, que, además de obtener muy buenos resultados, tiene un olor y una textura que me encantan.
Llega el momento de lavarme el pelo, en esta época y más si hacéis vida cerca de la playa, como es mi caso, el pelo cuesta mucho mantenerlo “peinado” por lo que, en vez de utilizar el champú que uso todo el año, lo reemplazo por el champú para cabello encrespado de Miel y Karité. Luego, un truco que funciona muy bien es, en lugar de secármelo con secador o al sol nada más salir de la ducha, extiendo unas gotas de serum de aceite de argán y me lo envuelvo 15 minutos en una toalla, mientras, me pongo crema, me lavo los dientes, me maquillo… tiempo suficiente para evitar definitivamente que se me encrespe el pelo.