Los pies ya no son los eternos olvidados. Su importancia va in crescendo y ya no es tan estacional como años atrás. Y es que es un hecho: las pedicuras ya van mucho más allá del verano.
Sea como sea, en los meses estivales cuidamos más del aspecto de nuestros pies. Por ello, aquí os dejamos una serie de pautas a seguir para lograr un cuidado perfecto y lucir sandalias como nunca:
PRIMER PASO :
Una vez hayas retirado el color anterior con acetona, introduce las pies durante unos minutos en agua templada para que las cutículas se reblandezcan. Para eliminar las células muertas que se hallen en la piel, recomendamos aplicar un exfoliante realizando suave masaje.
SEGUNDO PASO :
Eliminar cutículas con el quitacutículas. Es necesario quitarlas, ya que si estuvieran infectadas o dañadas, el problema puede pasar a las uñas.
TERCER PASO :
Si tuvieras durezas en las plantas de los pies, hazte con una lima especial y frótala por toda la planta. Pon énfasis en la piel de los talones, que suele endurecerse con facilidad.
CUARTO PASO :
Corta y lima las uñas. Límalas siempre en una sola dirección según la forma que quieras proporcionarles: de esta forma reducirás las posibles roturas. Recomendamos emplear para ello una lima de cartón, puesto que es más flexible y resulta más cómoda para alcanzar bien todos los recovecos.
QUINTO PASO :
No olvides la base y el Top Coat. El primero, previo al esmalte, previene el color amarillento, fortalece la uña y alisa la superficie. El segundo se puede aplicar tanto antes como después del pintauñas y hará que éste dure mucho más tiempo.
SEXTO PASO :
Esmalte. Utiliza un separador de dedos para que sea más cómodo. Elige el color que vaya más contigo y ¡manos a la obra!