¿Quién no los ha sufrido alguna vez o ha tenido a alguien cercano que haya tenido que pasar por ese trance? Nos atreveríamos a decir que todos. Pero lo que posiblemente no tengamos muy claro es realmente lo que sucede con ellos. Existen un montón de falsos mitos que llevan a equívoco y que lían mucho más de lo que arreglan. Y debemos llevar cuidado, porque cuando se trata de niños es muy importante medir las palabras y saber bien de qué hablamos cuando lo hacemos.
¿Ponemos en orden las ideas? Comencemos a desmontar mitos:
- Mito 1. Saltan de cabeza en cabeza. Los piojos no saltan (ni vuelan). En cambio, sí que pueden pasar fácilmente de una cabeza a otra siempre y cuando exista contacto directo o a través de una prenda de ropa.
- Mito 2. Los piojos mueren cuando abandonan el cuero cabelludo. Los piojos pueden llegar a vivir hasta 24 horas sin contacto con el cabello o el cuero cabelludo. Pueden propagarse a través de cojines, almohadas, sillones, prendas de ropa como por ejemplo gorros, etc. Por tanto, no debemos confiarnos hasta que pase cierto tiempo. ¡Alerta con ellos!
- Mito 3. Los piojos siempre van al pelo sucio o largo. Nada más lejos de la realidad. Ni sucio ni largo. Esos factores no afectan a los piojos a quedarse en una u otra cabeza.
- Mito 4. Eliminados una vez, erradicados para siempre. Las liendres eclosionan después de entre 7 y 10 días. Si el tratamiento antipiojos usado no elimina los huevos, las posibilidades de infectarse son, de nuevo, muy altas.
- Mito 5. Las liendres también se contagian. Las liendres no se contagian, solo los piojos.
- Mito 6. Los piojos producen comezón porque muerden el cuero cabelludo. ¿Sabéis a qué se debe realmente ese tan incómodo comezón? A la saliva que inyectan ellos para alimentarse.
Ahora que sabemos más sobre el tema… ¿Cuáles de estos mitos llevas creyendo durante años y te ha sorprendido que su realidad sea otra bien distinta?