En este artículo te contamos qué es el ácido salicílico, sus usos, propiedades, beneficios y contraindicaciones. ¿Te lo vas a perder?
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El ácido salicílico es un compuesto químico ampliamente conocido por su uso en productos de cuidado de la piel. Se trata de un beta-hidroxiácido (BHA) que tiene propiedades exfoliantes, antiinflamatorias y antimicrobianas, lo que lo convierte en un ingrediente clave en el tratamiento de varias afecciones cutáneas, especialmente las relacionadas con el acné.
¿Para qué sirve el ácido salicílico?
El ácido salicílico es un ingrediente multifacético con una variedad de aplicaciones en el cuidado de la piel. Algunas de sus principales funciones son:
- Tratamiento del acné: por su capacidad para exfoliar profundamente y limpiar los poros, es eficaz para tratar y prevenir brotes de acné. Puede usarse en diferentes formatos, desde limpiadores hasta tónicos y tratamientos puntuales para las espinillas.
- Eliminación de puntos negros y blancos: gracias a su capacidad para penetrar en los poros y disolver el sebo y las células muertas, es eficaz para eliminar los comedones. El uso regular de ácido salicílico puede reducir notablemente la aparición de puntos negros y puntos blancos, al destapar los poros y mantenerlos limpios.
- Control de la piel grasa: las personas con piel grasa suelen beneficiarse del uso de ácido salicílico, ya que regula la producción de sebo. Además, al evitar la obstrucción de los poros, minimiza la formación de brotes en pieles con tendencia a la sobreproducción de aceite.
- Exfoliación para pieles sensibles: aunque puede parecer contradictorio, el ácido salicílico, en bajas concentraciones, es adecuado incluso para pieles sensibles que no toleran exfoliaciones físicas agresivas. Proporciona una exfoliación suave y no requiere frotar la piel, lo que minimiza la irritación.
- Tratamiento de la psoriasis y dermatitis seborreica: se emplea en el tratamiento de trastornos cutáneos como la psoriasis y la dermatitis seborreica. En estas afecciones, las células de la piel se acumulan rápidamente y forman escamas gruesas y rojizas. El ácido salicílico ayuda a eliminar estas capas de células muertas y reduce la inflamación.
- Remoción de verrugas y callos: en concentraciones más altas se usa en productos para eliminar verrugas, callos y otras áreas de la piel engrosada. En estos casos, el ácido actúa descomponiendo las células cutáneas endurecidas y permitiendo su eliminación progresiva.
Contraindicaciones del ácido salicílico
El ácido salicílico es un ingrediente potente, por lo que es importante seguir algunas pautas para evitar irritaciones y efectos secundarios:
- Concentraciones: el ácido salicílico suele encontrarse en concentraciones que varían entre el 0.5% y el 2% para el cuidado diario de la piel. En concentraciones más altas (hasta el 40%), se utiliza para tratamientos más intensivos, como la eliminación de verrugas.
- Frecuencia de uso: aunque es eficaz, su uso excesivo puede llevar a la sequedad, irritación y descamación. Es recomendable comenzar con productos de menor concentración y aumentar su uso progresivamente según la tolerancia de la piel.
- Combinaciones con otros ingredientes: puede combinarse de manera eficaz con otros ingredientes como niacinamida (para reducir la inflamación) o ácido hialurónico (para mantener la hidratación). Sin embargo, debe evitarse el uso conjunto con otros exfoliantes potentes como el retinol o los alfa-hidroxiácidos, ya que puede aumentar el riesgo de irritación.
- Protección solar: al exfoliar la piel, el ácido salicílico puede hacerla más sensible a los rayos UV. Por lo tanto, es fundamental usar protector solar diariamente cuando se emplean productos con este ácido.