Sabemos que durante las fiestas se hace complicado renunciar al pavo, al turrón y a los polvorones. ¡Navidad y dieta son incompatibles! Por eso, ahora que el calendario marca el 2018, deja a un lado los excesos y proponte el objetivo de comer mejor, moverte más y, en definitiva, cuidarte como te mereces. ¿Aceptas sugerencias?
1.
Comienza por un estilo de vida natural y saludable, porque el mejor regalo que puedes hacerte es la promesa de alimentarte bien para sentirte mejor. En tu cesta de la compra, prioriza productos como: frutas, verduras. Reducir el consumo de aditivos, conservantes, colorantes y azúcares añadidos está en tu mano: lee atentamente el etiquetado de los productos y elige los que contengan ingredientes saludables.
3.
¡Fuera toxinas! De hecho, aunque te sobre fuerza de voluntad, una ayudita extra nunca viene mal para cumplir los propósitos de año nuevo. La fitoterapia será tu mejor aliada para que la cuesta de enero -al menos, en lo que se refiere a tu bienestar- te cueste algo menos.
¿Conoces las posibilidades que brinda?
2.
¡Vence a la pereza! Haz ejercicio, aquí y ahora. Hay pequeños gestos en el día a día que pueden marcar la diferencia y contribuir a que te sientas más ágil, fuerte y vital. Sube por las escaleras, camina siempre que tengas ocasión, vigila tu postura al sentarte y al agacharte, acarrea el peso justo y, si tienes ocasión, practica con moderación algo de yoga o pilates.
Ácido hialurónico y zinc, para una piel radiante: ambos principios forman un combo imbatible -antiarrugas y antioxidante- para nutrir tu epidermis desde el interior.
Alcachofa e hinojo, para una digestión confortable: lo mejor de la huerta es también lo mejor para tu organismo. La alcachofa cuida de tu hígado, mientras que el hinojo previene retortijones y gases.
Granada y vit. C, para estar siempre joven. ¿Radicales libres? ¡No les temas! Tu piel estará protegida ante sus agresiones gracias al efecto antioxidante de la vitamina C y del extracto de granada, rico también en minerales y vitaminas.
Fucus y yerba mate, para esos kilos de más: el efecto saciante del fucus, sumado a la acción quemagrasas de la yerba mate, nos ayudará a controlar nuestro peso. ¡Y esa sí que es plenitud de la buena!