Hay muchos factores que pueden bloquear nuestros poros. Descubre el método de limpieza más adecuado para ti y consigue una piel más sana y sin puntos negros.
Pocas personas se libran de los puntos negros y, más, en época de calor, cuando aumenta la secreción sebácea con el sudor, lo que puede favorecer que haya más. Los poros se pueden obstruir por las células secas o muertas de la piel, el exceso de grasa, el maquillaje, el sudor y la suciedad. Pueden aparecer de varios tamaños. Los más grandes suelen aparecer durante la adolescencia y los más pequeños pueden prevalecer toda la vida. ¡Qué engorro, ¿verdad?!
Los puntos negros, ¿qué los causa?
Los puntos negros, conocidos como comedones, son una obstrucción de los poros de la piel que aparecen debido a la producción sebácea, que es una sustancia grasa que surge especialmente en la cara, sobre todo, en la conocida como ‘zona T’ (frente y nariz) y que está vinculada al proceso de oxidación de las células. Estas dilataciones aparecen porque se acumula sebo y queratina, influenciado por las hormonas. Al estar en contacto con el aire, estas sustancias se oxidan, y de ahí, su color negruzco.
Determinadas zonas del cuerpo, como la cara, la espalda y el pecho son zonas de gran influencia hormonal, además de ser las zonas con más grasa del cuerpo.
Los dermatólogos aconsejan no ‘toquetear’ los puntos negros, a no ser que sean por expertos en estética o médicos de la piel, para evitar que se infecten y puedan aparecer granos.
¿Por qué abrir los poros del rostro?
Para evitar su aparición, los dermatólogos aconsejan seguir una higiene facial adecuada, lavándose la cara dos veces al día con jabón seborregulador.
Tratamiento casero para abrir los poros
Un tratamiento muy efectivo para abrir los poros en casa es mediante el vapor. Para ello, sigue los siguientes pasos:
– Límpiate la cara con jabón o con tónico para eliminar la suciedad o restos de maquillaje.
– Pon a hervir agua y échala en un recipiente.
– Mantén la cara sobre él con una toalla por encima de la cabeza para hacer un efecto ‘cueva’ y que el vapor se concentre en la cara. Si quieres, puedes añadir aceites esenciales al agua para que la experiencia sea más placentera.
– Permanece así durante 10 minutos.
– Pasado ese tiempo, lávate la cara con agua fría para cerrar los poros.
– Límpiate la cara y aplícate crema hidratante.