El uso correcto del hilo dental es fundamental para la higiene bucal. Te contamos cómo hacerlo y conseguir una sonrisa brillante.
Lo ideal es tener una dentadura perfecta, sin huecos entre los dientes y que no permita la entrada de comida ni que se mantenga ningún otro resto en nuestra dentadura, pero… ¿A quién no le ha pasado esto alguna vez? Tener resto de comida entre los dientes es una situación incómoda y si no contamos con un cepillo de dientes para poder lavarnos la boca en el momento y eliminar esa molestia, lo más seguro es que recurramos al socorrido palillo, también conocido como mondadientes. Sin embargo, esto no es lo mejor para nuestra dentadura. En estos casos, la seda dental se puede convertir en nuestra gran aliada y el complemento perfecto al cepillo de dientes y al dentífrico, si lo utilizamos diariamente… ¡Y de forma correcta!
Qué es el hilo dental
El hilo dental es un conjunto de filamentos de plástico o nailon, tratados, que se utilizan para retirar pequeños trozos de comida y placa dental que reside entre los dientes. Hoy en día, existen varios tipos de hilo dental y su elección vendrá determinada por nuestro tipo de boca y dientes, nuestras preferencias y las recomendaciones de nuestro dentista:
- Hilo dental de nylon o multifilamento: que puede estar o no encerado, y en el mercado encontraremos una gran variedad de sabores disponibles. Su única desventaja es que, al estar formado por varios filamentos, se puede deshilachar.
- Hilo dental PTFE o monofilamento: su principal beneficio es que se desliza fácilmente entre los dientes, incluso en espacios reducidos, y, normalmente, no se deshilacha.
Qué beneficios tiene el hilo dental
Aunque el principal beneficio del hilo dental es que nos ayuda a eliminar cualquier resquicio de suciedad entre los dientes, introducir el hilo dental en nuestra rutina de aseo, puede acarrear múltiples beneficios a nuestra dentadura. ¡Toma nota de ellos!
- Reduce el riesgo de infecciones: el hilo dental remueve la placa y los residuos que permanecen entre los dientes tras el cepillado, lo que nos previene de caries y enfermedades de las encías.
- Nos ayuda a conseguir una sonrisa más brillante: la seda dental pule la superficie de los dientes, por lo que tendremos una sonrisa más limpia y brillante.
- Previene el mal aliento: al eliminar todo resto de suciedad, nos ayuda a combatir la halitosis.
- Disminuye la presión de la dentadura: al eliminar la suciedad que reside entre nuestros dientes, la presión de nuestra dentadura reducirá y con ello, evitaremos que nuestros dientes se mueven o que se malogren.
Cómo usar correctamente el hilo dental
Introducir el hilo dental en nuestra rutina de aseo personal nos puede traer múltiples beneficios, pero… ¿Conoces el uso correcto del hilo dental? A continuación, te lo contamos.
- Cepíllate los dientes con el cepillo adecuado para ti. Si no sabes cual es, aquí te lo contamos.
- Corta aproximadamente 46 centímetros de hilo dental y enrolla la mayor parte alrededor de uno de tus dedos medios.
- Enrolla el resto del hilo alrededor del mismo dedo de la otra mano. Este dedo hará pasar el hilo a medida que lo utilizas.
- Mantén el hilo tirante (sin partes flojas) entre las dos manos, dejando tres centímetros de hilo entre las dos. Guía el hilo dental entre los dientes, realizando un suave movimiento de sierra.
- Cuando el hilo dental llegue a la línea de las encías, haz una curva em forma de C con el hilo contra los dientes. Deslízalo suavemente por el espacio entre la encía y el diente hasta que sientas resistencia.
- Sosten el hilo contra el diente, raspando, suavemente, el lateral del diente, alejando el hilo dental de la encía.
- Repite esta técnica en todos los dientes, incluso los que se encuentran más atrás.
Al finalizar el proceso, es recomendable que utilices un colutorio para que tu rutina de limpieza dental sea todavía más completa.
Cuántas veces hay que usar el hilo dental
Lo ideal es usar el hilo dental tras cada comida, pero si no si es posible, lo recomendable es utilizarlo una vez al día.
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